sábado, 8 de diciembre de 2012

Llegó la Navidad a la Peña Juan Breva



Zambomba de Ferando Moreno. El Tolo haciendo Bulerías.



Lo cierto es que no tenia pensado cubrir esta actuación, ni siquiera ir. No soy mucho de Zambombas, pero después de comerme unos buenos boquerones malagueños en un buen chiringuito del Palo, con mejor compañía, recordé que hoy venía Fernando Moreno con su gente a la Berza flamenca que organiza mi peña una vez al més,  y me dije: "esho un vistacito rápido y najo pa casa".

Al llegar me pedí un buen Rioja y baje al colmao. Cual fue mi alegría, que entre los artistas estaban dos de los cantaores que más me gustan en la actualidad: Juanillorro y El Tolo. Viendo que al final iba a perder la tarde de trabajo, me volví a decir: "cuando cante El Tolo me najo". Ya podéis adivinar cuando canto...

Esta Zambomba es ya habitual en la Peña Juan Breva, y es que hacen disfrutar a los aficionaos, y de verdad. Hicieron una primera parte, donde predominaron los Villancicos a compás de Bulerías, Tangos, y Tanguillos. Disfrutaron tanto el público como los artistas sobre el tablao.

Continuaron los artistas, pero esta vez individualmente y coreados por sus compañeros. Juanito Lara canto una canción con una poesía que hizo saltarme las lágrimas. Juanillorro hizo unas Bulerías que volvieron loco al público. El Tolo cantó tambien una Canción-Bulería de su puño y letra, mas gitana que to las cosas. Y una graciosa Taila, para no desentonar siguió por Bulerías. Cerraron esta parte con el Villancico del Gloria, bonito y pegadizo donde los haya.

Para no desmerecer a su tierra, hicieron un fin de fiesta por Bulerías donde estuvieron todos pasaos de flamencura. Fue un verdadero disfrute. Juan Lara, Juanillorro, El Tolo y Taila fueron los dueños del compás. Juanillorro es puro arte sobre el escenario, con ecos que recuerdan a Tío Gregorio; El Tolo representa los soníos negros y rancios; y a ambos les une el sentido del ritmo y el cante de la Plazuela.

No me canso de decir, tanto aquí, como a algunos peñistas y directivos, que a estos cantaores hay que darles una Berza para ellos solos. Son grandes artistas y hay que apostar por esto. No hay que encasillarlos en la Bulería por ser de Jerez. Son cantaores largos, y con buen gusto. 

He perdido una tarde de trabajo, pero ha merecido la pena. ¡VIVA JEREZ!

jueves, 6 de diciembre de 2012

Antonio Mairena en 1969



Esto decía Antonio Mairena el 17 de Enero de 1969:





Andaba bastante desencaminado, ya que, estos dos discos que anunciaba como sus últimas grabaciones, salieron a la venta en 1970, pero hasta su muerte grabó unos 6 discos más, si no me equivoco.

Vemos, que cuando se le pregunta por los jóvenes cantaores, hace una gran alabanza hacia ellos, augurándoles un buen futuro y asumiendo que hay buena materia prima, pero dejando claro que entre ellos no hay ningún genio. Esto es algo que se repite a lo largo de la historia del flamenco. Para estos maestros ya consagrados, los genios pertenecen a tiempos pasados.

Esto dejó impresionado un jovencísimo José Monje Cruz ese mismo año en un disco de Sabicas:




Una verdadera joya de Fandando. Estas formas que hace aqui Camarón siempre se han atribuido a Juan el de la Vara, pero yo opino (quizás me equivoque) que lleva más infuencia de Antonio el Rubio, que del catalán.

Pueden opinar...


lunes, 3 de diciembre de 2012

Antonio Reyes: Miel en Colmenar


¿Quién dice que los domingos son aburridos?  Y menos aun con un evento flamenco de categoría. Desde hace ya 23 años, la Peña flamenca el Canario de Colmenar organiza una fiesta llamada: Cata de Vino Mosto. Dado la entidad organizadora del evento, estaba claro que no podía faltar el cante.

Fachada de la Peña. Foto por cortesia del aficionao cordobés Alberto Membrillera.

Los primeros en subir al escenario fueron los catadores (que no cantaores). Mientras tanto, empezamos a regar nuestros cuerpos con unas cervecitas. Una vez terminada la cata, comenzó el festín de comida. No faltaron abundantes platos de jamón, queso, y como no, vino de la comarca. Para terminar de saciarnos antes del espectáculo, sirvieron ollas de callos para dar y tomar.

Una vez comidos y bebidos, era el momento de dar paso al arte. Para comenzar, y acompañada por la sonanta de Antonio Higuero la Kuki, una joven colmenareña, que siendo sinceros, no fue de mi agrado, aunque respeto a todo aquel que sube a un escenario. Salio por Malagueña del Niño de Vélez y las remató con un Jabegote. Continuó por Granaínas y cerro su actuación con unos Fandangos donde recordó a Vallejo.

Llegó el momento más esperado por los aficionaos. Y es que Antonio Reyes se subía al escenario.

Conducido magníficamente por Antonio Higuero, tiró para su tierra y nos regaló unas Alegrías para abrir boca. Las dotó de un sabor exquisito, que en mi opinión sólo saben darle los gaditanos (que me perdonen los demás).


Antonio Reyes y Antonio Higuero en Colmenar. Foto: Alberto Membrillera.


La solemne Soleá hacia acto de presencia en la voz de Antonio, demostrando un amplio conocimiento en este cante, así como un buen dominio de su garganta para modular los altos y bajos que exige este palo. Joaquín el de la Paula, El Mellizo, Frijones, La Serneta; todos ellos estuvieron presentes en su cante. Pese a su juventud, Antonio imparte magisterio por estos aires.

Era la hora de darle un poco de compás a la tarde, y lo hizo en forma de Tangos. Pasándolos por su tamiz personal, se fue a Graná, y como no, recordó a uno de sus referentes, el de la Isla, que en dos días hubiera cumplido 62 años. Para rematar este cante hizo un Fandango con una salida impresionante, recordando a Cepero en los primeros tercios, aunque claro, no lo termino por éste. Como la poesía de este Fandango es de las que más me gusta, os la dejo aquí. Y el que la quiera escuchar en otra de las formas fandangueras más bonitas, que escuche a Antonio El Rubio.

Momento antes de morir
Mi mare a mi me llamaba
Momentito antes de morir
A su vera me acerque
Mi anciana quiso a mi hablarme
Con esa pena se fue

Antonio volvió a ennegrecer el ambiente con su Seguiriya, sin duda, uno de los cantes con los que más disfruto del chiclanero. Estábamos de suerte, porque además el otro Antonio, Higuero,  estuvo bastante inspirado con sus manos. Aparte de cualidades, el de Chiclana demostró serios conocimientos. Empezó con una Seguiriya trianera (Sr. Cagancho) que recordó a Tomás, continuó por esos cantes de Jerez, cortitos, más dichos que cantados (Paco La Luz), y cerro con otro cante atribuido a un jerezano, que nos legara Tía Anica, el cante de Juanichi el Manijero. Sublime.

Aqui teneis las Seguiriyas que hizo:


Afinación, buen gusto y compás. Con estas cualidades, y con el público entregado, las Bulerías que nos hizo Antonio supieron a gloria. De nuevo el eco de José, y no sólo de él, también se acordó de otra de sus predilecciones, Manolo Caracol.

Para terminar, canto una tanda de Fandangos, clavando al de la Calzá y a Caracol, un broche de oro para una gran tarde de Domingo.

Desde este cuadernillo, felicito a la Peña flamenca el Canario de Colmenar por programar este espectáculo, donde no falto de ná, y por supuesto fue totalmente gratuito. Pocas peñas pueden presumir de dar buena comida y bebida, traer a grandes artistas, y encima por la patilla. Como todo no es de color de rosa, eche bastante en falta, el respeto que se merecen los artistas cuando están sobre el escenario, ya que en todo momento hubo un gran murmullo, y demasiadas cotorras.

Doy las gracias tambien a los artistas. Sin duda, Antonio fue miel en Colmenar.

Hasta el año que viene.




sábado, 1 de diciembre de 2012

Una noche con Cancanilla


La noche se presentaba tranquila en la Peña Juan Breva, parecía que el frío había hecho mella en los aficionaos. Éramos pocos, pero pasamos un rato agradable escuchando al Patillas acompañado por Rubén Lara.

Normalmente después del cante, siempre se arrejuntan algunos artistas y aficionaos para echar un ratito  hasta que Paco (el de la llave) mande. Pero ayer, la peña estaba desértica. Paco, más contento que unas pascuas por no tener que trasnochar un viernes, nos puso la última copita. Cuando estábamos a punto de cerrar el chiringo, empezaron a aporrear la puerta, y detrás de la misma asomaba Cancanilla, que acababa de llegar a Málaga para partir al día siguiente a la Puebla de Cazalla, donde daba un recital.

La noche se ponía interesante (excepto para Paco), Sebastián tenía ganas de hacerse unos cantecitos. Después de su pertinente lomo en manteca, nos bajamos a pasar una velada más que flamenca. El Canca es de esos cantaores con una calidad artística enorme, y además, la derrocha allá donde va. Hay otros que sólo abren la boca a cambio de parné.

Comenzó cantando por Soleá, seguido por Rubén a la sonanta, y a ambos les acompañaba la inspiración. Continuó por Seguiriyas donde alcanzaron momentos de genialidad, que llegó a su cota máxima con el cante de cierre del Fillo (Mataste a mi hermano).

Sebastián Heredia "Cancanilla de Málaga" y Rubén Lara,  en la Peña Juan Breva


Sebastián siguió deleitándonos con muchas perlas. Recordó a su madre en unos cantecitos por Soleá; nos hizo unos Tangos rumberos de su cosecha; cantó unas Sevillanas más flamencas que to las cosas; nos hirió con su forma de decir los Fandangos, y esas letras tan bonitas; nos animó por Bulerías, donde mete a Tomás y a Manuel por Seguiriyas sin salirse de la métrica, y como no, se marcó esas pataítas tan suyas, para mandarnos a dormir con un gran sabor de boca.

-Os dejo una pincelaita de estos dos artistas en la presentación del XLI Festival de Cante de Casabermeja haciendo Bulerías por Soleá: 



Toda esta noche flamenca, estuvo además aderezada con una buena ración de anécdotas e historias para morirse de la risa, y es que sin duda, Cancanilla además de gran persona, es un artista en todos los "sentíos".

Desde este cuaderno de notas, doy las gracias a Sebastián y a Rubén por la noche que nos brindaron ayer.

lunes, 19 de noviembre de 2012

José Mercé: "El buen aficionao"

  En una entrevista concebida hace unos meses, esto decía José Mercé acerca del panorama actual del Flamenco y de los jóvenes artistas:

 ”Tiene buena salud, pero me gustaría que saliera de una vez por todas algún eco que duela, que hiera, que rompa en el mundo del flamenco. No sé si es por lo que comemos, por la capa de ozono o por qué, pero no salen desde nuestra época, desde mediados de los cincuenta para acá. En eso sí que echo de menos una voz que tenga perfume, que te arranque, que te pellizque. Hay buenos cantaores y cantaoras, pero yo no pondría el ojo en nadie. Necesito un cantaor que me hiera. De esta época es todo como muy... estamos tirando mucho a otras historias”. 

Un joven José Mercé

  Lo primero que me pregunté fue: ¿este hombre a cuantos espectáculos irá para poder decir eso? ¿Conocerá a todos los jóvenes y artistas del momento? Yo no lo he visto mucho por las peñas escuchando a los cantaores que están empezando….pero bueno, será que no hemos coincidido.

  Por otro lado, puedo decir que ha sido honesto, es más, creo que ha atinado bastante metiéndose él mismo en ese saco de artistas sin pellizco y que tiran hacia otras historias. Ahora, quizás se le haya olvidado que hay gente como Juan y Manuel Moneo, José el de la Tomasa, Canela de San Roque, Cancanilla, El Extremeño, Panseco, Jaime el Parrón, La Macana, Tía Juana la del Pipa, Aurora, La Remediosy un largo etcétera de cantaores más o menos de su generación, con un cante bastante más profundo e hiriente que el suyo, en pocas palabras, con pellizco. Aunque esto no deja de ser mi opinión, puedo decir que es compartida por un gran número de aficionados, aunque obviamente de gustos va la cosa, y en el cante hay para todos.

  Realmente, cuando leí esta entrevista de José, lo que pensé fue en hacer una entrada hablando de algunos de los cantaores que me perecen más interesantes, y que por supuesto, para mí, tiene una calidad cantaora muy por encima de la del jerezano. Dejando a un lado a los ya consagrados, y mentados anteriormente, voy a centrarme en los que piden paso…

  Sin duda, uno de los más asentados en la actualidad es Antonio Reyes, este chiclanero de 36 años ha sabido hacerse un hueco entre los aficionaos sin salirse de lo que yo entiendo por flamenco. Ahí están sus discos. Domina todos los palos, tiene una voz flamenca, dulce y fina, con una gran capacidad de afinación, y un gusto exquisito en todos los cantes. Bebe de los grandes maestros, pero siempre llevándolo a su terreno, a su forma de decir. Me encanta por Seguiriyas y por Fandangos, en este último cante suele acordarse con mucha maestría de Antonio el de la Calzá y de Caracol. Puede presumir de tener varios discos, y todos ellos rebosan flamencura y buen hacer.


Antonio Reyes

- Antonio Reyes y Antonio Higuero por Fandangos:




  Sin salir de la provincia de Cádiz, en la república independiente de Jerez tenemos un auténtico arsenal de cantaores. Jerez es al flamenco lo que el Barcelona al fútbol, es decir, una cantera inagotable de talento, con una filosofía cantaora tradicional, heredada de sus ancestros. Como son muchos y no puedo hablar de todos, me quedaré con dos de los que más me hieren. Son  Antonio Peña Carpio “El Tolo” (1972) y Manuel Heredia Carpio “Juanillorro” (1979), ambos tienen características parecidas, son cantaores rancios donde los haya, con buen gusto y mucho compás. 

  Antonio es un cuchillo por Solea, un cuchillo que se clava en cada tercio. Tiene un gran dominio de los tiempos. En la Bulería está en la cumbre, y como buen plazuelero se acuerda de los cantes de Tío Chalao. Tiene un disco en el mercado, “Tolo que siento”, para mí, uno de los mejores trabajos que se han grabado en los últimos años.

  Juanillorro es puro compás, al igual que Antonio, domina la Bulería como pocos, y en los Tangos va pasao de flamencura, acordándose como nadie de Tío Gregorio. Gitano hasta la médula en la Soleá. He de decir, que no he podido escucharle otros cantes, pero tiene lo que hay que tener para abordar cualquier palo. Si no me equivoco, esta preparando su primer disco en solitario, y desde aquí le auguro un éxito seguro.



El Tolo

-El Tolo por Soleá, no se puede cantar con más raza:


Juanillorro

-Juanillorro por Bulerias de la Plazuela:



  A pocos kilómetros de Jerez, ya en la provincia de Sevilla, tenemos otra fuente inagotable de artistas: Lebrija, y de aquí, quiero destacar a José Valencia (1975), que aunque nacido en Barcelona, lleva el cante utrerano-lebrijano corriendo por su venas. Es un cantaor curtido en cantar para el baile, lo que le ha aportado sin duda un gran dominio del compás. Pero lo que yo más destacaría de José, es su fuerza. No he visto nunca a un cantaor con semejante potencia vocal, y que además tenga una gran afinación. Joselito es de los cantaores mas completos de la actualidad, es muy extenso, estudioso y ejecuta a la perfección cada palo, y todo esto lo adereza con su propia personalidad. Tiene un disco en el mercado, cuyo titulo describe bien el contenido: “Sólo Flamenco”.


José Valencia


-José Valencia y Pedro Bacán haciendo Bulerías y Romances:



  Ya más cerca de casa, en la "Málaga cantaora" que dijera Machado, podemos presumir de tener a una de las cantaoras que más duele. Se trata de Paqui Ríos (1970), esta mujer, desconocida para la mayoría de la afición, tiene algo en su voz que se te clava en la piel, algo que no se describir con palabras, pero que suele traducirse en un escalofrío en el cuerpo del que la oye. Yo la metería en ese saco de cantaores excepcionales, pero raros, atípicos, introvertidos. Es puro talento, sólo le falta darse a conocer.



Paqui Ríos


-Paqui Ríos y Rubén Lara por Tangos:



  Me vuelvo pa Cai, para acordarme del benjamín de los cantaores, aunque canta como si fuera un viejo. Hablo de Samuel Serrano, un chipionero de apenas 17 años, con una voz  negra, rancia, y cruda, que evoca a metales como los de Tío Juan Talega, Chocolate, o Manuel Agujetas (del que es pariente). El mismo Paco Cepero se ha encargado de apadrinar al chaval, viendo el potencial que atesora. Es sublime en la Seguiriya, el palo donde se encuentra más cómodo. Una virtud añadida de este joven, es el buen compás que tiene en palos de mayor velocidad, como la Bulería, ya que cantaores con este tipo de voces tan rozadas, tradicionalmente no se han desenvuelto bien en estos cantes. Véase si no, los mencionados anteriormente (que para mí son de los mas grandes, una cosa no quita la otra). Como aficionao, espero que no se nos desvíe hacia otras “músicas”. Por último, añadir que tiene un trabajo discográfico grabado, que saldrá me imagino a principios de año.


Samuel Serrano

-Samuel  y Paco Cepero haciendo Seguiriyas. ¡Ole los metales!:



  No quisiera  olvidarme de otro joven que estaba llamado a ser un grande, y que al menos para mí llego a serlo. La mala suerte se cebó con esta familia de prodigios, los Terremoto. Por supuesto hablo de Terremoto hijo.



Terremoto Hijo


  Como no puedo hablar de todos, no me gustaría despedirme sin mencionar a otros muchos artistas de gran talento, como: Barullo, Moneito, Mijita Hijo, José del Mijita, Ezequiel Benítez, David Carpio, David Lagos, La Tana, La Fabi, María Vizarraga, David el Galli, Moi de Morón, Kiko Peña, Joaquín de Sola, Rubio de Pruna, Marina Heredia,Delia Membrive, Perico y José Pañero, …y muchos más. Que cada uno ponga al que le diga algo, estos son los primeros que me han salido. Ahora bien, si el buen aficionao José Mercé, dice que los aquí mentados no duelen, no tienen perfume, no pellizcan, y además tiran hacía otras “historias”, solamente nos quedará escucharlo a él, cambiar los hábitos alimenticios y cuidar la capa de ozono, para asegurarnos un porvenir de cantaores. 

martes, 30 de octubre de 2012

Chacón cantando fandanguillos

  Prácticamente desde el principio del flamenco (vaya usted a saber...) siempre se ha hablado de lo puro frente a lo nuevo, de la decadencia del cante, de ceñirse a lo clásico. Ahí está el Planeta regañando al Fillo por salirse de las formas y cantar "broncano". Después vendría Silverio, quien llevaría el cante a los Cafés y Teatros; posteriormente Juan Breva, El Canario, La Trini...con las Malagueñas; la Ópera Flamenca...y así podríamos seguir hasta nuestros días.

  Esta entrada es un ejemplo de que hasta los mas "puros" en todas las épocas, tuvieron que tragarse su estética clásica, jonda, gitana o como se la quiera llamar, y salirse de su patrón a cambio de un buen puñado de reales, pesetas o euros. Desde Mojama, Torre, Vallejo pasando por Mairena, hasta los casos mas recientes.


  Antonio Chacón no iba a ser menos, y para poder ganar "jurdó" tuvo que ceñirse a las formas predominantes en cada época. Primero con las Malagueñas (y gracias demos) en los primeros años del siglo XX. Ahí quedan sus palabras en una entrevista para el Diario La Voz en 1922:



Antonio Chacón


La Voz (28/07/1922)


  Posteriormente, llegaría la denominada Opera Flamenca, donde se impuso el fandanguillo. Esto decía el maestro jerezano en una entrevista para la revista Nuevo Mundo en 1926 sobre este cante:


Revista Nuevo Mundo (13/08/1926)

  También supo Don Antonio adaptarse a las nuevas tendencias. Y esto hacía tres años antes en una fiesta celebrada en el Palacio de Medinaceli:

Diario La Época (14/071923)

   Es la única referencia que he encontrado de Chacón cantando fandanguillos. Pero seguramente no serían los únicos, ya que Antonio estuvo en numerosas fiestas privadas, y ahí amigo, es fácil ganar dinero sin esfuerzo y deslumbrar a los que no entienden.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Flamencos de Utrera...o mejor dicho de Sevilla

  Soy de la opinión de que los espectáculos flamencos no deberían de ser gratuitos, ya que perjudica a los aficionaos que siempre están ahí, en beneficio de los oportunistas que solo van a estos eventos cuando son de gorra. Por un simbólico precio llenas el recinto igualmente, y con verdaderos aficionaos. Ademas la organización dejó algo que desear, ya que en ninguno de los carteles oficiales del evento venía que había que reservar la entrada vía telefónica, la única información que había era que el espectáculo era gratuito y que las entradas se recogerían dos horas antes del evento.

  Como siempre, me acompañó la fortuna y gracias a una de las numerosas reservas que se hicieron en balde, pude asistir al evento. ¡Y que suerte la mía! Porque el elenco de artistas era de categoría, con Antonio Moya a la guitarra; Mari Peña, La Tana, y Juan José Amador al cante; y Carmen Ledesma al baile. El espectáculo pertenecía al ciclo Flamenco en Otoño organizado por la Diputación de Málaga, y llevaba por título Flamencos de Utrera, aunque había mas artistas sevillanos que utreranos.

  Se abría el telón, con todos los artistas sobre el escenario haciendo Bulerías por Soleá a compás, comenzó la Mari a la que le siguió la Tana y a ésta Juan José Amador, al que tenía muchas ganas de ver en directo. Todo este cante aderezado con el baile de una flamenca de categoría, la señora Carmen Ledesma. Desde que abrió la boca Mari Peña hasta el ultimo movimiento de Carmen mi bello se mantuvo erguido, electrificado por el arte y la energía que había sobre el escenario.

  Tientos con remate por Tangos fue lo que escogió Mari Peña para volver a emocionarme, su voz es fina como una aguja, y se te clava con la misma facilidad que lo hacen éstas. Acompañada por su marido, meció el cante lentamente, llevándolo a su forma de decir, a su manera.

Mari Peña y Antonio Moya

  Le tocaba a la Tana pasar por caja, y se despachó a gusto, o mejor dicho con gusto. Por Levante se fue, y lo hizo con ese rajo gitano que tiene en su garganta y en sus venas, ¡que metal de voz! Comenzó por Taranta recordando a Vallejo, y siguió con dos cantecitos del Cojo de Málaga por Taranta, lo que algunos llaman Levantica. Estuvo impecable en su interpretación demostrando ser una de las mejores voces por estos aires en la actualidad.

La Tana
  Llegó el momento mas ansiado para mí, ver actuar a Juan José Amador, y es que durante mucho tiempo se viene diciendo que es uno de los mejores cantaores de la actualidad. Con estas expectativas solo pude acrecentar más el chasco que me lleve al escucharlo. Lo cierto que en las Bulerías por Solea de inicio me gustó bastante, tiene un metal muy bonito y un gran compás. Pero la Seguiriya que nos brindó, eso sí, con la majestuosa guitarra de Antonio Moya, fue inocua para mis sentidos y para mi gusto. Salió con un cante de Tomas (Se te logró el gusto), continuó con un cante de los Puertos (Y a mi hermano mataron) y cerró  por cabal. Estas seguiriyas fueron dedicadas al gran maestro del baile malagueño Tío Carrete.

Juan José Amador

  A compás de Tangos todos los artistas volvieron a hacer presencia en el escenario, era el turno de la Tana de nuevo, que demostró ser una gran festera, acordándose de Pastora, Camarón, de Granada...El público lo agradeció con un caluroso aplauso.

  El protagonismo ahora se centraba en la bailaora Carmen Ledesma, que con el cante por Soleá de Juan José hizo las delicias de los buenos aficionaos. Ser Flamenco no es algo que se elija, ni que se compre en el mercadillo, es algo mas complicado, se nace o no se nace. Cierto es, que a diferencia del cante, que, o naces sabiendo cantar, o la llevas clara, en el baile y la guitarra se puede llegar a aprender la técnica y ser un gran profesional, pero al fin y al cabo si no naces Flamenco no trasmites igual. Por desgracia para mi, escasean bailaores que me transmitan, pero por suerte no era el caso de Carmen, que posiblemente sea la que más me ha emocionado de cuantos bailaores he visto. Lo que empezó por Soleá acabó por Bulerías y con un gran aplauso del público.

Carmen Ledesma
  Por fin viajamos a Utrera, donde nos trasportó Mari Peña haciendo las Cantiñas de su tío bisabuelo Pinini, siempre con su forma personal de hacer los cantes. Esto unido al gran gusto de Antonio en el acompañamiento hicieron de este cante uno de los mejores momentos de la velada flamenca.

  Como suele ser costumbre, para cerrar esta actuación todos los artistas interpretaron unas Bulerias. Los duendes hicieron acto de presencia en el escenario con el cante de la Tana y el baile de Carmen, de los mejores momentos de la noche sin duda. Igual pasó con el cante de Mari, que aparte de los aires de Utrera-Lebrija hizo unas cuplés pa comérsela. Carmen fue la protagonista final de toda esta amalgama de arte que había sobre el escenario, y al término el público no pudo hacer mas que levantarse y ovacionar a los artistas con un largo aplauso. Una noche para el recuerdo con estos Flamencos de.....Sevilla.

lunes, 22 de octubre de 2012

Astronomía Flamenca en el Picasso


  Por fin el ciclo Flamenco en el Picasso ofrecía un espectáculo de categoría, Canbagui: Satélites Flamencos era el titulo del mismo. Canbagui no es más que el acrónimo de cante, baile y guitarra, es decir los tres pilares del Flamenco encarnados en los artistas José Valencia, Ramón Martínez y Juan Requena.

  Propusieron algo distinto, con una puesta en escena diferente, dos cajones iluminados con lunares de colores indicaban el protagonismo de cada satélite en cada momento. No soy del gusto de este tipo de propuestas, pero he de decir que personalmente me sorprendió.

Los tres satélites en el escenario.

  El primer satélite en ponerse en órbita fue el del cante, y más que un satélite pareció una estrella, porque todo orbitaba alrededor de él. José Valencia estuvo como se esperaba, con fuerza y con un gran sentido del compás. Comenzó por Verdiales en homenaje a la tierra que pisaba, le acompañó Ramón con las castañuelas y Juan con la sonanta. Para no desmerecer, continuó con el Fandango-Granaína del Cojo de Málaga Rubia la mujer primera, y lo hizo sin acompañamiento. Continuó con las palmas de sus compañeros a compás de bulerías por Romances, recordando a Antonio Mairena, simplemente sublime. Era la hora de los soníos negros, cantaor y guitarra en el escenario, silencio sepulcral, José se quejaba por seguiriyas con una fuerza que en pocos cantaores he visto, estuvo genial, aunque no llego a erizarme la piel. Me quedo con el cante corto de Tío José de Paula y el cante de cierre.

  Seguiriya de Tio José de Paula:


  Los cajones iluminados se situaban en el centro del escenario, esta vez se ponía en orbita el baile. Siendo honestos, me cuesta mucho valorar un espectáculo de baile, por mi desconocimiento. Pero se lo que me gusta y lo que no, y particularmente la forma de Ramón Martínez no es la que a mi me pellizca. Por otro lado y para ser justos, su técnica es exquisita, su velocidad de vértigo y su compás clavado. Además, el público estaba muy entregado para con él, jaleando sus desplantes y disfrutando verdaderamente con su baile. Yo particularmente le compraba las bulerías por solea donde estuvo mu flamenco.

  Ahora las cajas iluminadas se situaban al a derecha del escenario para dar paso al último satélite: la guitarra en la persona de Juan Requena. Empezó su viaje por levante, y demostrando una gran técnica interpretó una Taranta, que sonó limpia de verdad, algo que aprecio mucho a la hora de tocar la bajañí. El público supo agradecerlo con un fuerte aplauso. Prosiguió Juan con la colaboración de Joselito por Bulerías, mostrándonos también su dominio del compás.

  Taranta de Juan Requena:


  Para finalizar, el protagonismo fue a parar a los tres satélites juntos, que ataviados con un buen puñado de pañuelos y con mucha guasa arrancaron a compás de cantiñas, en las que José se acordó de Tío Pinini, y Ramón bailó con mas gusto (para el mío) de lo que lo había hecho anteriormente. El ritmo se aceleró hasta llegar a compás de bulería, donde con un cuplecito de José, acompañado por el baile de Ramón y la guitarra de Juan cerraron una bonita noche de Astronomía Flamenca.


viernes, 12 de octubre de 2012

Jabegote, ¿Un cante Andaluz?

  Siempre ha existido un eterno debate sobre este cante, al que en Granada conocen como Fandango de Paco el del Gas. Desde fuera de Málaga, siempre se ha acusado a los estudiosos malagueños de falta de pruebas documentales, ya que, la primera vez que se usa este término para referirse a un cante Flamenco, es en una grabación de Cándido de Málaga (1966). Al perecer antiguamente era conocido como Cante de los Marengos, y buenos interpretes de éstos según la tradición oral fueron: La Brigida, La Chilanga, Joaquina Payans...pero yo jamás he leído un documento donde dijese que este cante estaba entre su repertorio.


Jabegotes tirando del Copo

 Hablando con aficionaos, y con algún cantaor, parece claro que este era un cante que se hacía en Málaga. Hay numerosos testimonios que afirman que El Niño de las Moras (que fue jabegote) lo aprendió en su juventud, y fue quien se lo trasmitió a Cándido y Antonio de Canillas. Pero insisto, faltaba quizás, una referencia de estos cantes, tanto en prensa, como en bibliografía.


El Niño de las Moras



Carlos Dembowsky, viajero romántico que estuvo por España entre 1838 y 1840, relató en su libro Dos años por España, una fiesta en las playas de Málaga, en la que los moradores de la misma, cantaban playeras. La descripción es la siguiente:

Uno de ellos acompañaba rasgueando la guitarra, la copla de la playera, canción de la que son apasionados los habitantes de la playa, que hombres y mujeres cantaban alternativamente marcando el compás con el chocar de las manos, lo que se llamaba el palmoteo….se bailaba por parejas”

También afirmó haber escuchado cantar a gitanos de Puerta Tierra “Playeras de Málaga”.

Ante esta descripción, cada uno puede hacerse una idea acerca de lo que cantaban, o de la música que hacían. Mi interpretación, es que lo que cantaban y bailaban, era algún tipo de fandango (¿desligado del Verdial?).

Personalmente, no me gusta entrar en este tipo de discusiones, pero siempre me he decantado por pensar (en esto cada uno es libre de hacerlo como quiera) que se trataba de un cante malagueño. Mis dudas empezaron a surgir cuando entreviste a varios pescadores de Pedregalejos y el Palo, quienes a pesar de ser, de los mas viejos del lugar, no tenían constancia alguna de que entre sus ancestros marengos, existiera este tipo de cantes. Traslade dichas dudas a los estudiosos defensores del Jabegote, que con coherencia me expusieron algunas de las hipótesis de porqué no se transmitieron estos cantos a las generaciones sucesivas. En definitiva, no saqué nada en claro.

Lo que es innegable, es que este cante, se llame como se llame, tiene personalidad propia, que lo diferencia del resto de abandolaos.

Quiso la suerte que hace unos días, revisando prensa histórica, me encontrara con la que pudiera ser la primera referencia del Jabegote como un canto andaluz o flamenco. Aquí le dejo el artículo en cuestión:



Recorte del Diario Avisos (1909)




El artículo es de 1909, y el autor considera iguales la Playera y el Jabegote, o bien que los jabegotes cantaran playeras. No deja de ser curioso, cuando también se ha demostrado que con el término Playera se ha denominado a la Seguiriya.

Parece que sí debió existir un cante llamado propio de los jabegotes, que pasaría al repertorio flamenco, aunque no llega a aclarar si es oriundo de Málaga, deja claro que es de procedencia andaluza. Tampoco sabremos si sonaba igual que al que actualmente conocemos con tal nombre, pero yo me aventuro a pensar que si.

Les dejo cob uno de los primeros registros sonoros del Cante de Jabegotes que se conoce, lo grabó Juanito Varea en 1952. Curiosamente está titulado como Fandangos Nuevos.

 Es el ultimo de los tres cantes que hace:


jueves, 27 de septiembre de 2012

Una tarde con duende

  Tenía la fecha de ayer apuntada en mi calendario, y es que, actuaba Paqui Ríos, una de mis predilecciones. El espectáculo era gratuito, pero en la mañana del mismo, me enteré que había que recoger invitaciones. Obviamente cuando llegué a la Sala Cajamar no quedaban entradas, pero quiso la suerte que me encontrara con una simpática señora que me regaló la que sobraba.

  Siempre que voy a una actuación de Paqui, lo hago con la incertidumbre de, ¿como se habrá levantado ese día? Porque es de esas cantaoras de inspiración, de momentos, de estados de animo. Para empezar, era la hora de inicio del evento, y ella aun andaba buscando el recinto, miedo me daba…

  Por fin apareció, acompañado por la joven guitarra de Rubén Lara. Comenzó por malagueñas, secundada por una magnifica guitarra, hizo primero la de Baldomero Pacheco, para luego acordarse de Chacón, o mejor dicho no acordarse, porque se quedo en el primer tercio, pero Rubén le volvió a dar la introducción a la malagueña para esta vez sí, ponerme los pelos de punta. Remató las malagueñas con un Zángano de Puente Genil.

  Algún vecino de butaca se temía que podía ser una mala tarde de Paqui, pero pronto disipó esa duda a compás de Bulerías por Soleá, donde estuvieron grandiosos ambos artistas, fue para mi uno de los mejores momentos de la actuación, Paqui estuvo pasá de compás, de arte y de jerezanía. Especialmente me quedo con un cantecito de Frijones.

  Aunque la sala era poco propicia para el cante, por su fisonomía y por la cantidad de luz que había, poco le importó a Paqui a la hora de oscurecer todo el recinto con su Seguiriya. Hizo dos cantes del Loco Mateo y cerro con el cante de Juanichi el Manijero.

Paqui Ríos
  Volvía a los cantes de compás y lo hacía con Tientos y Tangos, en los que recordó y mucho a la Niña de los Peines. Estos cantes fueron de los más agradecidos por el público.

  A Granada se fue esta vez Paqui, y creo que nunca la había escuchado por estos cantes. Estuvo distinta, sacando un registro de voz que no conocía en ella, laino y dulce. Llevo los cantes con gusto, pero el que se salio fue Rubén, que estuvo pa rabiá.

  Por Bulerías quisieron cerrar la tarde de cante, y nos deleitaron con una larga tanda donde Paqui es capaz de meter hasta el Quijote si se presta. Jerez, Lebrija, Cuples, Colombianas, Fandangos, todo esto cabe en sus bulerías, y porque no le dio por meter Tarantos y Malagueñas…El publico la ovacionó al término de su cante, y pidió más, a lo que esta gran cantaora no pudo resistirse, y cerro su actuación con unos Fandangos de Palanca con su sello personal, como todo lo que hace.

Ahí dejo unas Malagueñas de Paqui y Rubén en una de sus actuaciones en la Peña Juan Breva.





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martes, 25 de septiembre de 2012

Ajoblanco con Canela


 Una vez mas, el Flamenco hacía acto de presencia en Almachar, un pueblecito enclavado en plena ruta de la pasa de la Axarquía malagueña. Este pueblo puede presumir de ser uno de los más aficionados a éste arte, y siempre que pueden, organizan eventos de categoría, como hicieron en la noche de ayer. Celebraban su tradicional Fiesta del Ajoblanco y no podía faltar el cante, toque y baile.

  Abría la noche Manuel Martin, un aficionado de Almachar afincado en Bilbao, acompañado por la guitarra de José Cuevas. A pesar de no ser profesionales, brindaron una buena actuación. Comenzó Manuel con su voz rasgada por tangos, donde estuvo discreto, continuó con Malagueña de Chacón rematada con un cantecito de Frasquito Hierbabuena que consiguió erizarme la piel. Por Fandangos siguió, acordándose del Chocolate y Manuel Torre, y el público supo agradecerlo con aplausos y jaleos. La siempre áspera siguiriya apareció en el escenario, pero yo no conseguí digerirla. Y para terminar y a petición de alguien del público cantó unos Fandangos de Huelva en los que estuvo más que correcto.

  Llegó el momento mas esperado para mí, y es que se subía al escenario Alejandro Segovia Camacho más conocido como Canela de San Roque, gran cantaor, infravalorado en mi opinión, seguidor de la línea estilística de Antonio Mairena y del Campo de Gibraltar. Acompañado por la sonanta de Víctor Rosas, no pudo comenzar mejor su actuación, por Soleá, donde estuvo desgarrador, hiriente y alcanzando registros muy difíciles. Sin duda fue el mejor momento de la noche, recordó mucho al de los Alcores e hizo un recorrido soleaero muy interesante (Andonda, Juaniquí…) que fue respondido por el publico con un gran aplauso. “¿Cantamos por fandangos o por siguiriyas?” Preguntó a los aficionaos, y entre éstos  había disparidad de opiniones, a lo que el Canela respondió “vi a canta por fandangos y después por siguiriyas”. Se me hace raro que el segundo cante que se haga en un espectáculo sea por fandangos, incluso no me suele gustar, pero sencillamente volvió a brillar, y es que este cantaor le pone todo lo que hace falta para ejecutar a la perfección un cante: una voz potente, que modula como nadie en los bajos y en los altos, y sobre todo, ese sentimiento que se transmite al aficionao, sí, eso que llaman pellizco. Si a todo eso le unimos el magnifico acompañamiento de Víctor y el legado que le dejó el Chato Méndez y Antonio el de la Calzá el resultado son unos fandangos de categoría. En tercer lugar hizo un cantecito por Tarantos, demostrando su sapiencia en los Cantes de Levante. Como lo prometido era deuda, era el turno para la seguiriya, y quiso el de San Roque dedicarla a Ramón Soler, estudioso de lo Jondo, y Alfonso Queipo de Llano, otro gran aficionao. En esta ocasión si se percibieron esos ecos negros que deja este cante, como los posos del café mas denso. Estuvo sublime, hiriente, serio y correcto, la bajañí lloraba con el cante del Canela, y es que el dialogo entre cantaor y guitarra era fluido alcanzando su cenit en la siguiriya de cambio con la que cerró este cante. Volvía el compás al escenario, y ya no se iría, esta vez en Bulerías por Soleá, como si hubiera nacido en el mismísimo barrio de Santiago, dio una autentica lección en este menester, haciendo un repaso por las diferentes formas de este cante (Gloria, La Moreno, Mojama..). Como era de esperar, para cerrar su actuación interpreto unas geniales bulerías, en las que estuvo sembrao, y como a lo largo de toda la noche, demostró conocer todos los recovecos de este cante (Cadiz, Jerez, Lebrija, cuplés). Un broche de oro para terminar su flamenquísima actuación.

  Para cerrar esta gran noche flamenca, era el turno del baile en la persona de Luisa Palicio. Cabe decir que soy un completo ignorante en lo concerniente al baile. Ya había visto actuar a esta Esteponera, y personalmente me encantó. No ocurrió así en esta ocasión. Iba acompañada por el cante de Jesús Corbacho y el toque de Pedro Sánchez. Comenzó Luisa por Malagueñas. Sinceramente, creo que jamás había visto bailar una Malagueña, y para ser sincero no me gusto en absoluto, y no por su técnica, que era bastante depurada, sino porque lo que estaba viendo bailar no me parecía en absoluto flamenco. El fin de esta Malagueña, dio paso a los cantes abandolaos, donde Luisa se retiró y Jesús fue el protagonista. Desde luego me defraudó bastante este cantaor, cuya obsesión permanente era alargar los tercios hasta la extenuación, ¿en un alarde de flamenquería quizás?, desde luego para mi no. Hizo lo que quiso con los abandolaos, cantó la letra de un Jabegote, pero que alguien me explique que cante era ese, porque un Jabegote ya te digo yo que no. Para algunos, quizás sea la forma de evolucionar los cantes, de darles su personalidad, y no dudo que a muchos les guste. Continuó Luisa con la Seguiriya, donde ni el cantaor ni ella me transmitieron absolutamente nada, y ante esta situación y mi acuciante hambre, espere a que terminaran este baile, y me marché sin terminar de ver su espectáculo. Tiene lugar decir que el que si me sorprendió fue el guitarrista Pedro, al que le sonaba el instrumento limpio como una patena, además demostró tener gran dominio del compas.

  Para despedirme, me gustaría dar las gracias al pueblo de Almachar por su hospitalidad, su comida, su gente y sobre todo su apuesta por el Flamenco, y buena culpa de esto ultimo lo tiene su peña flamenca “Amigos del Flamenco de Almachar”.

  Hasta el año que viene.