Por fin el ciclo Flamenco
en el Picasso ofrecía un
espectáculo de categoría, Canbagui: Satélites
Flamencos era el titulo del mismo. Canbagui no es más que el acrónimo de
cante, baile y guitarra, es decir los tres pilares del Flamenco encarnados en
los artistas José Valencia, Ramón Martínez y Juan Requena.
Propusieron algo distinto, con una puesta en escena
diferente, dos cajones iluminados con lunares de colores indicaban el
protagonismo de cada satélite en cada momento. No soy del gusto de este tipo de
propuestas, pero he de decir que personalmente me sorprendió.
El primer satélite en ponerse en órbita fue el del cante, y
más que un satélite pareció una estrella, porque todo orbitaba alrededor de él.
José Valencia estuvo como se esperaba, con fuerza y con un gran sentido del compás. Comenzó por Verdiales en homenaje a la tierra que pisaba, le acompañó
Ramón con las castañuelas y Juan con la sonanta. Para no desmerecer, continuó
con el Fandango-Granaína del Cojo de Málaga Rubia
la mujer primera, y lo hizo sin acompañamiento. Continuó con las palmas de
sus compañeros a compás de bulerías por Romances, recordando a Antonio Mairena,
simplemente sublime. Era la hora de los soníos negros, cantaor y guitarra en el
escenario, silencio sepulcral, José se quejaba por seguiriyas con una fuerza
que en pocos cantaores he visto, estuvo genial, aunque no llego a erizarme la
piel. Me quedo con el cante corto de Tío José de Paula y el cante de cierre.
Seguiriya de Tio José de Paula:
Seguiriya de Tio José de Paula:
Los cajones iluminados se situaban en el centro del
escenario, esta vez se ponía en orbita el baile. Siendo honestos, me cuesta
mucho valorar un espectáculo de baile, por mi desconocimiento. Pero se lo que
me gusta y lo que no, y particularmente la forma de Ramón Martínez no es la que
a mi me pellizca. Por otro lado y para ser justos, su técnica es exquisita, su
velocidad de vértigo y su compás clavado. Además, el público estaba muy
entregado para con él, jaleando sus desplantes y disfrutando verdaderamente con
su baile. Yo particularmente le compraba las bulerías por solea donde estuvo mu flamenco.
Ahora las cajas iluminadas se situaban al a derecha del
escenario para dar paso al último satélite: la guitarra en la persona de Juan
Requena. Empezó su viaje por levante, y demostrando una gran técnica interpretó
una Taranta, que sonó limpia de verdad, algo que aprecio mucho a la hora de
tocar la bajañí. El público supo agradecerlo con un fuerte aplauso. Prosiguió
Juan con la colaboración de Joselito por Bulerías, mostrándonos también su
dominio del compás.
Taranta de Juan Requena:
Taranta de Juan Requena:
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