sábado, 26 de abril de 2014

O Rey Pele


Una de las citas imprescindibles con el flamenco en Madrid era sin duda el paso de Manuel Moreno Maya "El Pele" por el Círculo Flamenco de Madrid. Quizás por ello el aforo del Las Tablas estaba completo desde hacía semanas, quizás por ello artistas de la talla de Guadiana o Cancanilla no quisieron perderse tan ineludible cita con el arte más personal.



Hoy por hoy El Pele es un cantaor fundamental y único dentro del flamenco. Sus condiciones vocales unidas a su extenso conocimiento y a su personalidad apabullante condimentan a un artista que se erige como una de las máximas figuras de nuestro tiempo. Su cante ha adquirido una madurez que sólo alcanzan los grandes maestros y los buenos vinos. Reposado, así dice El Pele, sin gritar, a media voz cuando hay que hacerlo y sabiendo cuando subir. Una montaña rusa de melodías y emociones. De esta forma definiría el decir jondo de Manuel.

Para la ocasión, el cantaor cordobés venía acompañado por un tocaor a la altura de su cante, Antonio Patrocinio Hijo. Que flamenca suena su guitarra y que bien acompaña. Supo responder a cada uno de los vericuetos del cante del Pele. Ese que sin haber subido aun a escena comienza a cantar por zambra desde el lateral. Sus cosas. A pesar de estar un poco fatigado, cuando se puso delante del público desapareció el cansancio y apareció la inspiración.


En el flamenco hay cantaores de una talla dificilmente superable en un cuarto, pero incómodos en el escenario. El Pele no es uno de ellos. Su dominio de la escena es apabullante. Seguro y con muchas tablas sabe jugar con ello para realzar su expresividad. Lo consigue. Por soleá estuvo de categoría, personal hasta la saciedad. Cuantos años habrán de pasar para que digamos: "la soleá personal del Pele". Obviamente se perciben los aromas gaditanos o alcalareños entre las melodías que su fino tamiz deja pasar, pero antes por mucho menos se sellaba un cante. Su cierre apoteósico.


Siguió dejando muestras de su inconfundible sello por alegrías, aportando a la creatividad del maestro Morente nuevos recovecos melódicos. Por seguiriyas volvió mostrar todo su potencial expresivo, siendo las malagueñas el cenit de su cante en la noche del jueves. Reposadas y bien dichas las formas de Chacón y El Maestro Ojana entroncaron con los primitivos fandangos de Lucena y Juan Breva.

Quedaba poco, pero el cantaor no bajó el listón. Fandangos con aires a Caracol, de quien es absoluto seguidor. Para terminar el recital cantó una canción de su puño y letra con tintes eclesiásticos. Bonita sin duda, pero lo que menos me gustó de un buen recital, donde el público se sació de arte en estado puro.



3 comentarios:

  1. Me parece muy bien lo que dices sobre la soleá personal del Pele. En mi blog ya la reinvidiqué hace unos meses. Saludos.

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  2. Bonita crónica, estoy de acuerdo con Andrés, ya es hora de que hablemos del estilo de El Pele por soleá sin necesidad de que pase mas tiempo como bien dices, antes por menos se sellaba un cante. El mismo corte de recital que yo vi hace un año, pero sin la canción del final, que imagino que tampoco esencial, y la guitarra que lleva, uno de los mejores tocaores para acompañar, a mi gusto personal, junto con Rafael Rodríguez. Un saludo compañero, a seguir disfrutando así.

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  3. Pues sí, en esto hay unanimidad, pero cuesta terminar de definir este cante del Pele como creación suya. Cada vez somos más los que así lo creemos. Tarde o temprano se acabará apostillando así. Hay otros creadores que les pasa lo mismo. Camarón sin ir más lejos transformaba todo en algo muy personal. Manolito de María, Juan Talega o Mairena tienen soleá personal de Alcalá que es cuasi idéntica a la de Juaquín el de la Paula, ¿por qué no El Pele?

    Un saludo y gracias por vuestra intervención.

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