La noche se presumía especial, y así fue. El Círculo
Flamenco de Madrid haciendo alarde de una sensibilidad especial por el arte
flamenco volvía a contar con un cantaor único en su especie, quizás poco
conocido aun, pero sin duda es un nombre, el de Perico El Pañero, que empieza a
resonar con fuerza en los mentideros de los flamencos más cabales.
Antes, Luis Soler de Guevara, disertó sobre el flamenco y los flamencos, sobre el valor que le damos a ciertas músicas, y lo dejado que tenemos este arte tan nuestro. Luis es fuente de sabiduría, y cuando habla hay que sentarse y escuchar. Otro acierto del Círculo, apostando por actividades complementarias al arte propiamente dicho y que vienen a enriquecerlo.
Perico, del que ya hemos dado buena cuenta aquí, es un cantaor
único, con un conocimiento exhaustivo de las formas más flamencas. Su eco te
transporta a otros tiempos, aquellos donde Tomás se codeaba con Manuel, y es
que además, el timbre del Pañero recuerda y mucho a estas figuras históricas. Aparte
de estas dos referencias fundamentales, tiene como fuentes que nutren su cante
a Pastora, Mairena, Juan Talega y el influjo familiar y comarcal del Campo de
Gibraltar. Me gusta definir el cante del Pañero como un vehículo lastimero de
queja intemporal, y es que el cantaor de Algeciras atesora una capacidad de transmisión que pocos poseen.
Y digo yo: ¿hay algo más importante en un arte que transmitir? Huelga decir,
que esto es algo muy subjetivo, pero algunos cantaores ponen a la mayoría de
acuerdo, Perico es uno de ellos.
Para la ocasión El Pañero vino acompañado por una sonanta
magistral, de eco flamenquísimo; la del jerezano Manuel Valencia. Era la
primera vez que actuaban juntos, y quizás por ello la compenetración no fue todo lo buena que podía haber sido, pero el jerezano resolvió con justeza los avatares del cante de Perico.
El de Algeciras no es un cantaor curtido en los escenarios,
de hecho se pueden contar con los dedos de las manos sus actuaciones públicas,
por ello, quizás en la primera parte no logró relajarse y estar a gusto. Cantó
algo liso y sin soltarse la melena, y todo a pesar de abarcar estilos donde
su cante alcanza máximos. Sin forzar en exceso salió por soleá, donde impartió
una lección estilística, de Utrera a Triana, y de Triana a Cádiz. Igual por
seguiriyas, donde paseó por Jerez y Los Puertos con su cante. Puso punto y
seguido a su recital con unos fandangos tomaseros con influencias onubenses y
Manuel Torreñas, donde empezó a dejarse llevar y a soltar la voz.
Soy de los que piensa que un momento mágico bien vale una
actuación. El duende es caprichoso y se deja ver poco, pero cuando lo hace la recompensa es infinita. El flamenco se nutre de momentos, momentos que pasan pero quedan
grabados en los sentidos. Así comenzó Perico, agarrado a la magia y a la
gitanería que atesora para apuñalar con cada tercio de sus tonás. Realmente
sublime. Se rebuscó y pujó para enriquecer nuestras almas. Lloró el cante.
Estos instantes no se pueden comprar con dinero.
En las tonás se subió al carro de la inspiración, y ya no
bajaría en toda la noche. Jugó con las bulerías por soleá como hiciera Pastora;
alargando, acortando y resolviendo con jondura. Para finalizar, y con el
acompañamiento de Antonio Carrión y Amalia Andujar a las palmas, cantó y bailó
por bulerías de forma inimaginable, inimaginable para un tío de 2 metros de altura. Sus
movimientos destilaron gitanería y espontaneidad, y su sutil juego con la
chaqueta fue de exquisito gusto. Perico quiere hacerse un hueco en los
escenarios, y va por buen camino. Abajo no hay quien lo coja.
El cante gitano es una construcción de genes ,cada cante y cada letra ,tiene ese código ,pequeñas descargas que se clavan en el alma .
ResponderEliminarPedro tiene el bello don ,de transmitir su forma de ser en los estilos mas difícil del cante gitano primitivo andaluz ,la raíz la fuente .
Cuando lanza el eco cazada por esa bella guitarra Jerezana ,suenan por su garganta los viejos ecos de sus antepasados .
Llorar con Pedro es fácil para un servidor .Es un genio de otra época ,en un presente.
No puedo estar más de acuerdo Francisco. Gracias por seguir!!
EliminarNoche perfecta, Rufo. Agradeceros a todos los que en Madrid estáis el trato que recibimos los que desde Málaga fuimos, buscando redimir nuestros pecados flamencos, tras la estela del cantaor algecireño. Ni que decir tiene que pocos hay hoy en día que transmitan tanta verdad en el cante como Perico...que además es una persona entrañable. Gracias de todo corazón y repetiremos.
ResponderEliminar